Introducir alimentos sólidos en la dieta de un bebé es un proceso muy importante en su desarrollo. La supervisión de un pediatra durante este paso es fundamental para mantener un orden adecuado.
Por lo general recomiendan empezar a incorporar una dieta variada, de forma ordenada y progresiva entre los 4 y 6 meses de edad (esta es una indicación que debes recibir de su pediatra). La diversidad de la dieta y la introducción de los primeros alimentos sólidos deben estar controladas y supervisadas siempre por un pediatra, que ayudará a cumplir los plazos de introducción de alimentos, teniendo en cuenta tanto el grado del desarrollo del bebé como su capacidad de digerir y asimilar los nuevos nutrientes.
Debemos tener en cuenta que en este tiempo todavía los pequeños no tienen dientes, por lo que, aunque hablemos de alimentos sólidos, estos siempre se introducirán en forma de papilla. Una vez el bebé tenga sus primeros dientes, estará listo para trocear y masticar, por lo que se podrán introducir alimentos realmente sólidos, aunque en trozos pequeños y blandos, como el pan sin corteza.
Adicional a partir de los 4 meses de vida del bebé, su aparato digestivo ya será más maduro por esta razón los pediatras recomiendan que a partir de esta edad el bebé está preparado para diversificar su dieta he introducir frutas y verduras cocidas o en puré como complemento de la leche materna. Variar la dieta del pequeño no significa introducir muchos nuevos alimentos, sino dejar que el niño vaya asimilando nuevos sabores y texturas.
Existe un calendario específico para llevar a cabo el proceso de introducir solido pero los médicos recomiendan realizarlo en el siguiente orden:
- 5 y 6 meses: introducción de cereales sin gluten
- 6 y 8 meses: introducción de frutas, verduras, pollo y más tarde continuar con carne
- 8 y 10 meses: introducción del pescado
- 9 y los 12 meses: introducción de las legumbres
- 10 y 12 meses: introducción del huevo
- 12 meses en adelante: introducción de lácteos.
Se recomienda mantener la lactancia hasta los 12 o 18 meses y sus fórmulas adaptadas de continuación, pero después del año, el bebé estará preparado para empezar a digerir lácteos.
¿Cuándo mi bebé puede comer alimentos sólidos?
Hay una serie de señales que pueden indicarte, en conjunto, que puedes introducir alimentos sólidos en la dieta del bebé como complemento de la leche materna o la leche de continuación:
- Tiene control de la cabeza. Es importante que el bebé mantenga su cabeza derecha, erguida y firme para poder consumir nuevos alimentos.
- Puede sentarse bien con apoyo. Debe mantener una posición erguida a fin de tragar fácilmente los alimentos.
El Peso, si tú bebé a los 4 meses de edad aproximadamente, ya ha duplicado el peso que tuvo al nacer, podrá estar preparado para consumir alimentos sólidos.
- Pérdida del reflejo de extrusión. Es necesario que el bebé pueda llevar los alimentos al fondo de la boca y tragar, en lugar de empujar la comida hacia fuera. Debes tener en cuenta que el desarrollo de boca y lengua van directamente relacionados con el desarrollo del aparato digestivo.
- Siente curiosidad por los alimentos. Si ves que muestra interés por nuevos alimentos, por sus olores y colores, si te observa mientras comes, intenta coger la comida de tu plato o abre la boca si le ofreces de tu comida, el pequeño está preparado para iniciar una nueva dieta.
Recomendaciones en la introducción de solidos:
- Evita en un principio darle alimentos secos como nueces, maní, galletas secas y fritos crocantes, para prevenir que los niños se atoren. Cada alimento nuevo que le vayas introduciendo a tú bebé debes ofrecerlo durante tres o cuatro días
- La cantidad de alimento en un principio es de una cucharadita o una onza y ésta se incrementan a medida que los niños van creciendo
- Evita incluir dos alimentos nuevos al tiempo
- No agregues azúcar ni sal entre los seis y los doce meses
- Incorpora en cantidades moderadas las grasas como aceites en la preparación de los alimentos
- Los niños entre 12 y 24 meses de edad deben recibir la misma alimentación que consume la familia, utilizar los utensilios propios para esta edad.
- La alimentación debe ser variada con colores y formas para no presentar monotonía y ser agradable a los niños.
- Se recomienda lavar bien los alimentos, con agua limpia. Las personas que preparan los alimentos deben tener muy bien lavadas las manos y utilizar utensilios limpios
- Permanece siempre al lado del bebé para controlar y vigilar que no se atorre
- Deja que él mismo experimente, juegue y descubra la comida
- Permítele comer con los dedos para que descubra nuevas texturas.
- No le fuerces. Deja que muestre interés por él mismo.
- Espera a que abra la boca para introducir la comida.
- Ofrécele trocitos pequeños o cucharaditas.
- Comprueba la temperatura de la comida antes de ofrecérsela y evita que esté demasiado caliente.
Los buenos hábitos de alimentación comienzan temprano, es importante que su bebé se acostumbre al proceso de comer: sentarse, tomar el alimento con una cuchara, descansar entre bocados y detenerse cuando no tiene más hambre. Estas experiencias tempranas ayudarán a que su hijo aprenda buenos hábitos de alimentación durante toda su vida.
Fomente las comidas en familia desde el comienzo. Cuando usted pueda, toda la familia debe comer junta. Las investigaciones sugieren que comer regularmente en familia tiene efectos positivos sobre el desarrollo de los niños.
Recuerde ofrecer una buena variedad de alimentos saludables que sean ricos en los nutrientes que su hijo necesita.
Cualquier pregunta sobre la nutrición de su hijo, incluidas las inquietudes sobre si su hijo come demasiado o muy poco, hable con el médico quien es la persona idónea para este tema.
Editores PP