Es muy común como papás que estemos pendientes de cualquier cambio o incomodidad en nuestros hijos, y la fiebre es una de esas cosas que prenden todas nuestras alertas.
Los resfriados son muy comunes en niños por diferentes razones y la fiebre es algo muy común y por sí sola no debería preocuparte.
Para decirlo de alguna manera: es un mecanismo de defensa natural y significa que el organismo de tu hijo está funcionando como debe y se está defendiendo de infecciones.
Una temperatura normal en los niños puede ser de hasta 37.5 ºC (si se toma la temperatura vía oral o axilar), y muchas veces en cuanto pasa de eso ya queremos salir corriendo al doctor para que nos confirme que todo está bien y no quedarnos con la duda, pero en muchos casos es suficiente con cuidados en casa para que pase y tu hijo esté cómodo.
Se entiende la preocupación sobre todo cuando son papás primerizos, pero sí hay casos en los que, si tienes que buscar atención médica, y aquí te dejamos algunos para que estés al pendiente:
- La fiebre dura más de 48-72 horas
- Vómito o náuseas
- Cansado o somnoliento
- Dificultad para respirar
- Temperatura es mayor a 39 ºC
- Dolores de cabeza
- Aparecen erupciones en la piel
- Padece de alguna enfermedad crónica grave (inmunodeficiencia, problemas del corazón, etc)
- Pérdida de conciencia
Si estos fueran los casos junto con fiebre lo primero que tienes que hacer es mantener la calma y llamar a tu médico él te podrá guiar paso a paso para ayudar a tu bebé.
Pero si lo que tu hijo tiene es una fiebre común y corriente, los cuidados en casa pueden hacer maravillas. Asegúrate de que esté tomando suficiente agua y ten unas toallas húmedas a la mano. Consulta a tu médico que tipo de medicina te puede recomendar para tener siempre en casa.
Editores PP