- Caspa del bebé: Algo que puede presentar tu bebé son costras blancas en su cuero cabelludo, realmente no es caspa, sino que se le conoce como costra láctea que se le genera por la gran actividad que tienen las glándulas sebáceas en esta zona del cuerpo. No intentes quitarlas con tus manos o uñas pues no es recomendable. Existen productos de limpieza para bebés que ayudarán a que se caigan solas, pregúntale a tu médico que productos puedes utilizar o su mejor recomendación.
- Movimientos espasmódicos: Muchos padres se preocupan cuando su bebé mueve las extremidades y, en ocasiones todo su cuerpo, como si tuviera un espasmo o peor aún, una convulsión. Es cierto que este fenómeno puede ser un poco impactante, pero estos movimientos no representan un riesgo para la salud del bebé. Se trata de su reflejo de sobresalto, también conocido como reflejo de Moro, la reacción de su organismo ante un estímulo que genera una sobre activación.
- Estornudos frecuentes: Es muy común en los recién nacidos los constantes estornudos, esto se debe a que tienen un sistema inmunitario mucho más débil que el de los adultos, lo que implica que son más vulnerables ante las partículas del medio y que reaccionan con mayor intensidad. Los estornudos frecuentes en el bebé no son más que una respuesta de su organismo ante esas partículas extrañas que se introducen en sus fosas nasales y que intenta expulsar. ¡No te asustes!
- Se enrojece fácilmente: Podrás notar que el bebé tiende a tener su piel roja más que nada en la zona sobre la que permanece acostado, esto es normal debido a que su sistema circulatorio aún no se ha desarrollado completamente. También al momento de evacuar la cara de los bebés suelen enrojecerse. No hay de que asustarse, esto pasará en algunos meses.
- No tiene lágrimas: Aunque puede parecer que tu bebé llora todo el tiempo, realmente puedes llegar a notar que no bota ni una sola lágrima. No te preocupes, lo que sucede es que tu pequeño aún no ha desarrollado sus conductos lagrimales, por lo que hasta los tres meses probablemente no le conocerás ni una lágrima.
Editores PP