Que emoción tan grande es la espera de un nuevo bebé, todas las energías de la familia se concentran en los preparativos para recibirlo, pero ¿cómo esto afecta al hermano o hermana mayor? Esta personita no percibe de la misma manera la llegada de este nuevo miembro ya que a su forma de ver, ese bebé se convierte en una amenaza de que ya no será el favorito y que toda la atención ya no se centrará en él. Se siente abandonado y todo lo que su cabecita piensa es que este intruso le va a robar lo que más ama, que es la atención y amor de sus padres.
Cada niño es diferente y el hecho de la llegada de un nuevo miembro de la familia puede ser percibido de distintas formas, no todos tendrán el mismo comportamiento pues hay un grado de madurez que varía de niño en niño dependiendo de la edad y de que tanto se le involucre en el proceso.
El no involucrar al niño desde el inicio del embarazo puede desencadenar sentimientos y comportamientos no muy positivos que toca manejar con mucho cuidado, ya que creen que al hacerlo llamarán la atención de su familia y provocarán algún tipo de reacción positiva, pero lo que reciben es todo lo contrario, ya que los padres lo ven como un niño mal portado y no como un niño celoso y abrumado por la situación.
Si notan que el niño tiene comportamientos extraños desde que sabe de la existencia del embarazo, los padres deben tomar las medidas necesarias para contrarrestar el problema sin dañar al niño en el proceso. No hay medidas buenas o malas, solo el mejor deseo de brindarle el bienestar mental que tu niño necesita para que entienda que su hermanito será su mejor compañero y amigo y que es su deber como hermano mayor cuidarlo, protegerlo y amarlo.
Toma en cuenta la madurez de tu niño, su edad y personalidad para poder abordar el tema suavemente desde el inicio, ya que hay que darle suficiente tiempo al niño para que entienda lo que está pasando. Háblale en su idioma y en términos fáciles, cuándo será la llegada del bebé, lo que tú esperas de él y los cuidados que el bebé va a necesitar de toda la familia.
- Involucra al pequeño en el proceso de embarazo, enséñale tu pancita, permite que te la toque y le hable al bebé, respóndele con claridad todas las preguntas que te haga. Hazlo de manera rutinaria para que le vaya tomando cariño al bebé. Esto ayudará bastante a que cuando nazca el bebé ya se haya creado una conexión.
- Pídele a tus familiares y amigos que cuando visiten al bebé, no ignoren al niño, que lo saluden y conversen con él, es importante que también el niño exista para lo demás y no solo el bebé.
- Dedícale a tu niño tiempo solo para él. El lazo de los padres con su hijo mayor no se debe alterar por la llegada del nuevo bebé. Trata en lo posible de sacar el tiempo de estar con él, aunque te cueste un poco por el cansancio que estarás viviendo, pero no lo descuides demasiado.
- Enséñale cómo tratar al bebé. Los niños tienden a ser muy bruscos porque no saben diferenciar que es un trato suave. Hazle saber la forma en que debe tocarlo y cargarlo y siempre bajo la supervisión de un adulto.
- Dale tu afecto. Es solo un niño que no sabe expresar sus sentimientos, ten paciencia y ayúdalo a atravesar esta etapa contigo de la mano. Será una bendición para ti, una vez lo haya superado.
- Déjalo tomar alguna que otra decisión. Por ejemplo, qué ropa ponerle al bebé o qué color usar. Esto le dará seguridad de que su opinión cuenta.
- Nunca hagas comparaciones que puedan dañar su autoestima. Trata de hacer siempre críticas constructivas a sus acciones para reforzar el lado que está siendo afectado.
Si por alguna razón notas que los comportamientos de tu primogénito no están siendo controlados y por el contrario, son cada vez más raros y fuera de lugar, sería bueno con consultes con tu pedíatra el problema para poder buscar soluciones adicionales con especialistas en estos temas. Solo presta la debida atención a esos cambios que pueda sufrir el niño.
Editores PP