Viajar con un bebé sólo requiere algo más de cuidado a la hora de elegir el destino así como el transporte y el tiempo, más que nada para evitar situaciones imprevistas o algún disgusto.

Los bebés no son ni deben ser un inconveniente para irse de viaje a ningún lugar.  Los bebés se adaptan perfectamente a cualquier situación, desde cuando sean debidamente atendidos y cuidados.  Si te gusta los destinos exóticos, también puedes llevar a tu bebé, pero eso sí, se deberá tomar algunas precauciones para garantizar la salud y la comodidad del pequeño, así como la higiene.

Si pretendes hacer un viaje largo y a un país exótico con tu bebé, lo mejor es que primero te informes con el pediatra sobre los cuidados básicos que debes tener en cuanto a la salud, posibles vacunas, etc.  Un bebé que se mantenga a una temperatura adecuada, bien hidratado y alimentado,  que tenga garantizado su momento de descanso, en cualquier viaje, no tiene porqué ser un problema.

Muchos padres viajan con sus hijos desde muy temprana edad 4, 5 y 6 meses sin ningún problema.  Viajar en avión no representa un peligro para los bebés.  No hay que temer a los vuelos largos, a la presión durante el despegue y el aterrizaje, ni tampoco a las turbulencias.  Sin duda la incomodidad es más para los padres que para el bebé en sí.

Asegúrate de llevar todo lo que el pequeño necesitará en el viaje, es decir, pañales, leche, comida y agua, ropita de cambio, algún juguete y un pequeño botiquín de primeros auxilios, por si acaso.  Lo importante es que todo esto lo tengas al alcance de tu mano, y no que lo hayas empacado en una maleta que no puedas alcanzar.

 Existen muchas ventajas de viajar con los bebés en avión.  Por lo general, las azafatas dan un trato especial a las familias con bebés a la hora de embarcar (son los primeros), una atención diferenciada a la hora que tengas que alimentar a tu bebé, y están al tanto de lo que necesites.  La parte más incómoda puede ser si tu bebé comienza a llorar pues sentimos que molestamos a todos los pasajeros, al final esto es lo que menos te debe importar, o en el caso de que viajemos con el bebé si está enfermito pues tendrás que estar suministrándole los medicamentos.  Otra de las ventajas de viajar con tu bebé es que si tiene menos de 2 años de edad, su pasaje te saldrá gratis, sólo te tocará pagar los impuestos.

Si tu bebé goza de salud no tiene por qué representar un obstáculo en los viajes de familia, sea en avión, en tren, en coche. Ni el jetlag puede alterarle. Los bebés se adaptan perfectamente a cualquier cambio, incluso a las diferencias horarias.  Además, si sus padres están tranquilos, eso se transmitirá al pequeño.  ¡No hay porque no disfrutar!

Editores PP