El estilo de crianza positiva es un estilo de crianza que se basa en el respeto a los hijos, en criar con amor y, sobre todo, en hacerlo a través de una conducta no violenta.  Poner límites quiere decir guiar y educar al niño para enseñarle qué está bien y qué está mal hacer porque su vida está en riesgo o porque lo que hace no es una forma adecuada para relacionarse sanamente con otras personas, llámense padres, hermanos, familiares, amigos, compañeros, niños del parque y sociedad en general.  La Disciplina Positiva va más allá de establecer una serie de reglas que los niños han de seguir porque los padres decimos.  Implica una enseñanza profunda y consciente para que ellos puedan comprender y asimilar de forma interna el porqué de las cosas.

En la actualidad existe una voluntad de muchos padres para la crianza de los hijos no violenta, pero en muchas ocasiones los padres necesitan apoyo, asesoramiento y herramientas para gestionar los retos y conflictos de la vida familiar en el día a día de forma positiva y no violenta. 

Es por esto que Disciplina Positiva propone una puesta de límites en conjunto con los niños porque cuando ellos son tomados en cuenta, sobretodo en situaciones donde son protagonistas, se muestran más dispuestos y colaboradores.  Esto sucede así porque los niños al ser considerarlos se sienten respetados y valiosos, lo cual les provoca un sentimiento de bienestar y disposición.

Puedes pensar en disciplina positiva como hábitos y costumbres para tu día a día en el hogar.  Considera algunos consejos que son muy sencillos de aplicar:

  • Sé un buen ejemplo: Los niños necesitan el ejemplo de sus padres. Si tu hijo es testigo de relaciones amables y respetuosas en el hogar, serán más propensos a adaptar esos mismos valores
  • Entender la personalidad de tu hijo: Cada niño es diferente y pueden necesitar diferentes tipos de orientación para adaptarse a su personalidad. Por ejemplo, un niño muy activo y testarudo necesitará otro enfoque de disciplina positiva que un niño más tranquilo y reservado.
  • Piensa en las necesidades detrás del comportamiento: Si tu hijo está saltando en el sofá es porque necesitará quemar energía o quizá porque has estado trabajando demasiado y quiere llamar tu atención o simplemente porque se aburre
  • Ayuda a tu hijo a expresar sus sentimientos: Es muy importante para que la comunicación funcione en una familia al que todos sepan y se enseñe a los niños a expresar los sentimientos y también a compartirlos antes de que sean difíciles de controlar.

Editores PP