Siempre es recomendable incluir snacks o meriendas entre comidas, y más cuando se está en la etapa del embarazo, dietistas y nutricionistas están de acuerdo en que lo mejor es realizar varias comidas al día con menores cantidades en lugar de pocas pero más abundantes. El organismo requiere energía a lo largo de todo el día para poder funcionar correctamente, los alimentos son los que dotan a nuestro cuerpo de esa energía.  Siendo así que las meriendas nos permiten llegar a la siguiente comida fuerte del día sin desfallecer.

Es recomendable distribuir los alimentos diarios en cinco comidas: desayuno, almuerzo, cena y dos meriendas. De esta manera, no solo lograrás satisfacer tus necesidades nutricionales sino que también lograrás que la digestión sea menos pesada. Además, es una excelente estratega para evitar la típica acidez que se produce durante el embarazo.

Incluye alimentos ricos en vitaminas y minerales.  Las vitaminas y minerales como el ácido fólico, el calcio, el hierro, la vitamina C y las del grupo B son esenciales para el crecimiento y la salud del bebé porque intervienen en la formación de sus huesos y músculos, a la vez que fortalecen el sistema inmunitario y facilitan la maduración del sistema nervioso.  Por eso, es recomendable incrementar el consumo de alimentos que sean ricos en estos nutrientes, como las legumbres, los lácteos, el pescado, los frutos secos, los huevos y las frutas.

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