Durante la etapa del embarazo, el cuerpo de la mujer necesita suplementos que la ayuden a fortalecer cualquier deficiencia que pueda tener en su alimentación. Aunque lleves una dieta apropiada y rica en alimentos nutritivos, en esta etapa principalmente, el cuerpo requiere nutrientes adicionales que permitirán a la madre y al bebé obtener una salud adecuada y un proceso lo más sano posible. El cuerpo de una mujer embarazada siempre exige más y hay que brindarle exactamente lo que necesita, es por eso que el papel que representan las vitaminas prenatales en esta etapa de desarrollo es de suma importancia.
Las vitaminas prenatales poseen nutrientes que ayudan al mejor desarrollo y crecimiento del bebé, entre ellos se encuentran:
- El ácido fólico ayuda al desarrollo del cerebro y evita anomalías y deformaciones en el bebé
- El hierro permite llevarle oxígeno a la sangre del bebé
- El calcio permite un mejor crecimiento de los huesos y órganos de tu bebé
Todos estos nutrientes se encuentran incorporados en la vitamina prenatal que debes ingerir durante todo tu embarazo. Tu médico será el encargado en tu primera cita de control, de recomendarte las vitaminas adecuadas, ya que se han visto casos que en algunas mujeres, pueden causar náuseas o experimentar estreñimiento. Si sufres alguna de estas molestias, puedes optar por cambiar por otra vitamina, pero por ningún motivo debes dejar de tomarlas. Al no tomarlas asumes el riesgo de que tu bebé sufra deficiencias de nutrición y tú también sufrirás debilidades y anemias innecesarias, por eso es clave tomarlas antes, durante y después del embarazo.
Tu médico también te puede sugerir tomar el ácido fólico por separado como una ingesta adicional a tus vitaminas. Recuerda que las vitaminas se toman diariamente y puedes optar por ingerirlas ya sea a través de pastillas, polvos o masticables, dependiendo de cómo tu cuerpo reaccione y te haga sentir mejor.
El cuidado tuyo propio y el de tu bebé están en tus manos y debes tomar las riendas de los cambios que estás experimentando con una actitud positiva para que puedas tener un embarazo llevadero y satisfactorio, siempre poniendo por delante tu bienestar y el de tu bebé.
Por: Editores PP