Como madres y padres solemos estar muy atentos a la evolución de nuestro bebé desde que está en el vientre y una vez nace, muchísimos más con las citas a nuestro pediatra mensualmente.  

En este artículo hablaremos un poco de la etapa de la sentada del bebé.  Generalmente queremos que nuestros bebés evolucionen muy rápido, nos dejamos influenciar mucho por las referencias de la evolución de los hijos de nuestras amigas o familiares, inclusive de lo que nos dicen las abuelitas, pero es importante que comprendas que cada bebé es diferente y que estas prisas no son buenas para los bebés, todo tiene su tiempo y tu pediatra seguro te irá guiando en este proceso.

No debemos obligar al bebé a sentarse si todavía no está preparado para hacerlo, o más bien, que su cuerpo esté preparado para hacerlo y esto sucede cuando sus propios músculos le permitan alcanzar esa opción de sentarse, por lo general suelen tratar de sentarse entre los cuatro y siete meses pero necesitaran de apoyo, ya cuando alcanzan los siete y diez meses logran hacerlo por sí solos, casi a la par de cuando empieza el gateado.

Mantenerse sentado sin apoyo es un avance significativo en la maduración muscular y en la coordinación motora de tu bebé.  Puedes ayudarle en su aprendizaje con juegos y ejercicios prácticos en casa.

Si ves que tu bebé no es capaz de mantener erguida la cabeza para los 6 meses y todavía no ha aprendido a mantenerse derecho apoyándose en sus brazos, conversa de ello con su pediatra la próxima vez que lo visites.   Los bebés se desarrollan a su propio ritmo, algunos más rápido que otros, pero el control de la cabeza es esencial para poder sentarse independientemente. Y sentarse es fundamental para aprender a gatear, a pararse y a caminar.

Editores PP