Al llegar a este punto muchos habrán logrado eliminar esa toma nocturna al que el bebé está acostumbrado, pero seguro habrán, otros casos en que no lo hemos logrado. El que un bebé esté cerca de los padres por las noches para ser alimentado cuando pide es de lo más normal del mundo, porque todo el mundo da por sentado que un niño tiene que comer tanto de día como de noche. El que lo haga un bebé más mayor, por ejemplo de nueve meses, es ya más complicado, pues hay quien considera que es algo normal y hay quien explica que puede ser contraproducente.
De seguro que son muchos los padres y madres que tienen (han tenido o tendrán) bebés con edades entre los seis y los quince meses, por acotar un poco, que piden comida por las noches. Lo ideal es que poco a poco puedas ir eliminando esta toma nocturna de tu bebé.
Es difícil saber la edad en la que el niño dejará de pedir la toma nocturna, ya que cada pequeño tiene unas necesidades alimentarias y de sueño diferentes. Algunos bebés dejan de mamar por las noches cuando sólo tienen seis semanas, pero la gran mayoría varía muchísimo desde los tres meses de edad; incluso hay bebés que necesitan varios meses más para abandonar la toma de la noche.
La eliminación de la toma nocturna se produce de forma paulatina. Poco a poco, verás que las tomas se van espaciando cada vez más, hasta que llega un día en el que el niño es capaz de dormir toda la noche sin necesidad de ser amamantado.
He aquí algunos consejos que pueden ayudarte a la hora de espaciar los tiempos de la toma nocturna:
- Dale la toma de antes de acostarse bastante tarde y adelanta la hora del desayuno.
- Déjale que gima durante cinco o diez minutos. Si no está muy hambriento, quizás vuelva a dormirse.
- Cuando el bebé se ponga a llorar, deja que sea el papá el que vaya a consolarlo. El niño asocia el olor y la presencia de la madre con la lactancia, por lo que si eres tú la que acudes a calmarle, esperará que lo amamantes.
- Si tu bebé tiene el horario de sueño cambiado, intenta reajustar su reloj interno despertándole y amamantándole cada dos o tres horas durante el día. Al mismo tiempo, durante el día, intenta mantenerlo despierto llevándolo contigo a todas partes o jugando con él.
Editores PP