El plan de parto es la expresión escrita y/u oral de los deseos de la parturienta (y su pareja, idealmente) para el momento en que da a luz, es decir, una especie de protocolo tanto para la embarazada, su pareja y su equipo médico sobre cómo quiere ser atendida. Aunque la realidad muchas veces es muy diferente a lo que visualizamos y queremos, es importante tener un plan de parto para que tanto tu pareja como tu equipo médico puedan ayudarte a tener el mejor alumbramiento posible para ti y tu bebé. 

Consideramos que hay dos razones de peso para tener un plan de parto elaborado mientras estés embarazada— aunque decirle al momento de entrar en contracciones también es completamente válido:

Establece una pauta para los terceros participando en la periferia de tu parto sobre qué quieres o no quieres al momento de dar a luz. Con un plan de parto en mano, ayudas a crear un ambiente en el que todo fluye porque todas las partes involucradas están al tanto de tus deseos y harán (esperamos) todo lo posible para respetarlas, siempre y cuando no presenten peligro para ti y tu bebé.

El tener un plan te ayuda a enfocarte y mentalizarte para el trabajo arduo y difícil que vas a realizar. Cuando entras en el trabajo de parto necesitas dedicarte exclusivamente a ayudar a tu beba salir de tu cuerpo.  Por más “multi-tareas” que seas, tu cuerpo es sabio y te obliga a poner toda tu atención, energía y esfuerzo en lograr la meta de recibir a tu beba en brazos sana y salva. 

El Plan de Parto y la Depresión

También pensamos que el plan de parto te puede ayudar a superar la depresión postparto con mayor facilidad si la llegaras a sufrir. ¿Por qué? Los seres humanos somos los únicos miembros del reino animal que puede chocar con la misma pared enésimas veces porque a veces caemos en la falacia de creer que hacer lo mismo siempre producirá un resultado distinto. Esto se debe en parte a que sentimos aversión al cambio, unas personas mucho más que otras. 

Así que si una embarazada ha pasado todo su embarazo visualizando un parto vaginal de movimiento libre pero no se lo comunica a su equipo médico, hay muchas cosas que podrían pasar: a) tiene el parto vaginal, pero dio a luz acostada y atada a un monitor fetal; b) tiene una cesárea de emergencia porque el trabajo de parto no progresó; c) tiene un parto vaginal, pero sufrió complicaciones; o d) todo sale como ella visualizó. De salida podemos decir que lograr la opción es prácticamente utópico e imposible. Siempre habrá una o más variables que alterarán tu “parto perfecto”, por lo que lo más probable es que pase A, B, C o cualquier combinación de éstas. Sin un plan de parto o a lo mínimo una conversación nutrida sobre tus expectativas de parto, la parturienta puede sentirse decepcionada, triste, brava, confusa, engañada, y una infinidad de sensaciones más porque el parto no sucedió como quería, porque se sintió excluida del proceso, porque sus deseos no fueron respetados o porque sintió que perdió el control de su parto. Estos pensamientos suelen llevar a la depresión postparto en momentos que la nueva mamá debe estar enteramente enfocada en su bebé en vez de sentirse arrepentida o culpable. 

El tener un plan de parto te ayuda a sentir control sobre el proceso del alumbramiento— das a conocer tus deseos y recibes retroalimentación de tu equipo médico sobre la factibilidad de tus deseos y rutas alternativas si el protocolo no se puede cumplir a cabalidad (lo cual es altamente probable).  Esto te proporcionará herramientas de auto compasión, perdón— y hasta para manejar del duelo— durante el puerperio cuando probablemente proceses lo que sucedió en tu parto. El prever situaciones, tener protocolos alternativos y saber que tienes la cooperación y respaldo de tu equipo médico sin duda te posicionarán para sentirte satisfecha, contenta y orgullosa de tu historia de parto. Recuerda: cada parto es único y sólo tienes una oportunidad para vivirlo así que mientras más te preparas y preparas a lo que están a tu alrededor para ese gran momento, mejor será para ti y tu bebé. 

¿Cómo Elaborar un Plan de Parto?

Hay cuatro preguntas fundamentales que debemos contestar a la hora de hacer un plan de parto que será tu ruta de guía en el trabajo de parto:

¿Cómo quieres manejar el dolor?

¿Quién(es) será(n) tu(s) acompañante(s)?

¿Qué quieres y no quieres que suceda durante el parto?

¿Qué quieres y no quieres que suceda después del parto?

Contestando estas preguntas ya tienes un guía para visualizar tu plan de parto, pero no te olvides que no puedes tener el control de todo y lo importante es disfrutar de todos los momentos.

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