Durante el embarazo es normal que los pies y los tobillos se hinchen, sobre todo en el tercer trimestre. Esta hinchazón es causada por la retención de líquidos, el aumento de volumen sanguíneo y la mala circulación de la sangre de las venas a las piernas debido al crecimiento del útero.
Se estima que hasta el 75% de las mujeres embarazadas sufre este trastorno en algún momento de su embarazo, la mayoría a partir del séptimo mes. Es más frecuente en mujeres con embarazos múltiples o con exceso de líquido amniótico. La hinchazón suele empeorar al final del día, cuando hace mucho calor o después de estar mucho tiempo de pie o sentada.
A la vez la presión del útero hace que la sangre que va desde tus piernas hacia el corazón circule más despacio, causando hinchazón en los pies y los tobillos. Este problema no afecta a la salud del bebé, pero si puede resultar molesto para la embarazada.
A pesar de que no se puede evitar, hay una serie de medidas que puedes tomar para reducir la hinchazón y mejorar la salud de tus pies, como:
- Evitar estar mucho tiempo de pie o sentada
- Colocar los pies en alto (te puedes ayudar con almohadas)
- Mover los pies con frecuencia estirando los dedos
- El uso de medias ayuda a la circulación
- Cambia de posición constantemente
- Preferible te acuestes de tu lado izquierdo
- Usar zapatos cómodos
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