El ginecólogo es sin duda el profesional más importante en la etapa del desarrollo del embarazo para la mujer, pues es la persona a la que le confiamos el seguimiento de nuestro embarazo y el nacimiento de nuestro bebé. Por lo que debe ser un médico con el que te sientas cómoda y segura.
Si bien es cierto los ginecólogos están muy bien preparados desde el punto de vista médico, hay otro aspecto que es igual de importante y que tiene mucho que ver con la parte emocional, personalidad y con la sensación de que se respetan los deseos de los futuros papás, que no siempre está cubierta.
Algunas embarazadas nos han compartido sus experiencias y los siguientes puntos son los que las llevaron a cambiarse de profesional:
- A pesar de visitar al médico todos los meses, sientes que no te reconoce, es decir, no recuerda tu nombre o lo sientes perdido con el seguimiento que le da a tu embarazo. Durante esta etapa se espera que el trato con tu médico sea más personalizado, si no lo sientes así considéralo con tiempo.
- El tiempo de espera para atenderte es demasiado largo, es decir, puedes pasar sentada más de dos horas esperando, hay que considerar este punto pues lo estarás visitando con regularidad.
- Sientes que al salir del consultorio no te vas con toda la información que necesitas, es decir, no sientes que tus dudas o preguntas son aclaradas o despejadas.
- No sientes que el profesional siente empatía con las cosas que estás pasando, puede que tus dudas o preguntas sean muy comunes para el profesional pero para ti es un mundo desconocido y necesitas a alguien que entienda y comparta esa misma sensación.
- Sientes que minimiza tus preocupaciones, cada caso es diferente y así es como debes sentirte en tus citas con tu ginecólogo, tú conoces tu cuerpo y eres quien lleva a tu bebé dentro del vientre por lo que tus preocupaciones no deben ser desmeritadas.
Editores PP