El acceso de los niños a las nuevas tecnologías parece no tener frenos. Antes, la preocupación se limitaba a que los niños se quedaban demasiadas horas frente a la televisión, mientras hoy hay un gran desasosiego de los padres acerca del contacto que tienen los niños, incluso los bebés, con los smartphone y tabletas.
La tecnología abre un mundo de posibilidades a nuestros hijos. Sin embargo, hay que tener varias consideraciones antes de poner a nuestros pequeños a distraerse con tabletas o smartphones o de permitirles utilizarlas.
Consideraciones como la edad de tu pequeño por ejemplo, deben ser tomadas en cuanta a la hora de que pensemos poner uno de estos aparatos en las manos de nuestros pequeños. Por más que se vean bebés aprendiendo a usar una tableta desde el año de edad, no es aconsejable. Por un lado, no sabemos los efectos que puede tener sobre un cerebro tan chiquito porque no hay estudios a largo plazo sobre el uso de las nuevas tecnologías y por otro, el artefacto se puede averiar y lo peor, podría lastimarlos.
La Academia Estadounidense de Pediatría o AAP, aconseja un límite de 2 horas al día para que los niños entre 2 a 5 años usen computadoras, videojuegos y aparatos que requieren ver una pantalla. No sólo el exceso de uso puede cansar la vista, sino que se ha demostrado que disminuyen los niveles de actividad física. Eso es muy negativo porque con la epidemia de obesidad, necesitamos recordar que nuestros niños necesitan jugar no sólo con su mente sino con sus cuerpos. Por otra parte, se ha relacionado el exceso de uso de televisores, videojuegos y computadoras con atrasos en el desarrollo del lenguaje. La mejor manera de controlar el acceso es que los padres sean quienes guardan las tabletas o aparatos y se los den a los niños cuando estimen conveniente.
Otro aspecto importante es regular qué tipo de contenido o juego puede usar el niño. Es clave habilitar las restricciones a sitios o contenido que no está permitido. Bajar solo aquellas aplicaciones que vayan acordes con la edad de nuestro pequeño, prestar mucha atención a aquellas aplicaciones como Youtube en donde la búsqueda puede traer cosas que no son las más adecuadas para los niños. Muchos padres se olvidan que en las llamadas tabletas (Ipads) los niños pueden acceder a muchas cosas además de juegos y libros, es por esto que en algunos casos una forma de protección o regulación más bien es deshabilitar el wifi o acceso a internet y mucho más aún si los padres no van a poder estar cerca de sus hijos mientras usan las tabletas o Ipads.
El iPad y las tecnologías de tabletas permiten acceder a muchas herramientas educativas de manera divertida. Aprender no tiene por qué ser aburrido. El iPad, si es bien aprovechado, ofrece una oportunidad maravillosa para que los niños sean más receptivos a aprender. Ahora pueden colorear figuras, aprender a asociar sonidos, o comenzar a reconocer letras y números sin tener que estar en un jardín infantil.
En general, los niños que aprenden a usar las nuevas tecnologías desde temprano, se adaptan más fácilmente a los cambios. Pueden aprovechar la tecnología de manera casi intuitiva. Además, hay evidencia de que las apps adecuados pueden ayudar a desarrollar habilidades básicas de matemáticas. La clave está en introducirlo en el momento correcto, bajo las restricciones adecuadas y en una medida de tiempo no excesiva.
Editores PP