Esta duda suele ser muy común entre las embarazadas: ¿Podré seguir teniendo a mi mascota una vez nazca el bebé? En general, bebés y mascotas no son incompatibles, no tomes la determinación de desprenderte de tu mascota, primero intenta la convivencia siguiendo un control y algunos consejos.

Lo que nunca debes olvidar es extremar la higiene de tu mascota, llevarlo al veterinario, desparasitarlo y tener controladas todas sus vacunas. Debes preguntar a tu doctor todo lo relacionado con el contacto directo del bebé con el animal, pues el recién nacido podría presentar alguna reacción alérgica al pelo del perro o del gato, o incluso a las plumas de tu periquito. 

Puede pasar que tu mascota sienta celos del recién llegado.  Por eso debemos prepararla desde meses antes del parto para que los cambios no le resulten bruscos, sonidos de bebé, pasear con la carriola, etc.  Es importante que el padre u otra persona se preocupe más del animal, porque la madre tendrá menos tiempo cuando llegue el recién nacido.


Si la mascota duerme en la habitación de ustedes y desean cambiarlo a otra habitación cuando llegue el recién nacido, debemos ir acostumbrándola ya a su nuevo lugar.  


Si tu mascota es un perro, debes permitir que huela primero ropa usada de tu bebé, y posteriormente que huela a tu bebé cubriendo su cara (el sistema inmune del bebé aún no habrá madurado completamente), el acercamiento debe ser progresivo para que el perro se familiarice con el bebé y lo tome como parte de la manada.


Algunos veterinarios expertos en comportamiento canino sugieren que varios meses antes de que llegue la fecha del parto; usted debería «jugar» con un muñeco, simulando que tiene un bebé para que su perro se vaya aclimatando a la nueva dinámica familiar. 

 

Una vez ya instalados en el hogar, te recomendamos no dejar a tu perro o gato sólo con el bebé, por lo menos los primeros meses ya que como aún se están conociendo, su comportamiento puede ser impredecible (ej. puede lastimarlo por querer jugar con él) tampoco te recomendamos que duerman en su cuna con él bebé, ya que pueden arañarlo o aplastarlo accidentalmente.

 

Conforme tu bebé crece es importante mantenerlos en observación constante ya que bebé puede perseguir, arrinconar y hacer daño a la mascota, por curiosidad natural, e incitarle con su comportamiento a tener una reacción violenta en defensa propia, para evitar mordidas y arañazos se debe enseñar tanto al animal como al bebé a respetarse mutuamente desde el principio.

Editores PP