La etapa del embarazo es sin duda una etapa muy importante tanto para la madre como para el padre, cada uno tiene un rol diferente y vive la experiencia de una forma diferente, pero ambos no deben olvidarse de su vida en pareja. En esta etapa, tanto el hombre como la mujer pueden sufrir una serie de cambios que tiene repercusiones en su vida afectiva y sexual, ya que los enfoques de ambos van dirigidos únicamente hacia la nueva vida que viene en camino y como seres humanos se les olvida que además de dedicarse a su futuro bebé y todo lo que lo acompaña, ustedes como pareja deben seguir manteniendo el lazo de amor que una vez los unió. Hay parejas que les afecta menos a otras más, lo que sí es cierto es que depende de cada pareja poder encontrar el balance correcto para lograr que estos cambios no sean los que determinen el desgaste o evolución en su relación.
Es inevitable pasar por períodos donde no comprendas a tu pareja, o disminuya de alguna forma la actividad sexual, o que haya momentos en donde simplemente no se tengan ganas de conversar. Los cambios que sufre el cuerpo de la mujer, en ocasiones, la hace sentir sin ganas o poco atractiva y tal vez tome la iniciativa de alejarse. De igual forma para el hombre, su cuerpo no es el que va a dar el cambio, pero su mente sí, todos esos pensamientos de cómo va a velar por la familia con un nuevo miembro, de qué clase de padre será, si el dinero alcanzará, son preocupaciones que no le permiten ser él mismo. Es aquí cuando hay que tomar la batuta para crear momentos especiales, momentos en que disfruten de la compañía uno del otro, esos momentos únicos que les recuerden que primero fueron dos antes que tres y que su amor fue el inicio de la creación de ese ser maravilloso que están esperando. Así que no descuiden ese sentimiento que es la base principal para lo que será una vida plena en pareja y en familia, porque de ella tendrán que aferrarse para cualquier adversidad que tengan que pasar y de la enseñanza que le quieren dar a su bebé.
Para mantener la llama viva durante esta etapa, solo debes poner de tu parte y hacer que la magia de su relación pase desapercibida ante los inminentes cambios que sufrirán desde que esperan a su bebé:
- Conversen. Nunca dudes en hablar con tu pareja. Nadie es adivino y es tu deber expresar tus sentimientos y pensamientos si necesitas desahogarte, quién mejor que hacerlo que con tu pareja.
- Involucra a tu pareja en tus ideas y actividades que quieras realizar.
- No tomes a tu pareja por sentado, es decir, jamás creas que por tenerla al lado está segura, debes enfocarte en que tu pareja sienta tu presencia, sé detallista, regala mimos, sé cariñoso. Las relaciones son de ambas vías y deben entregar un poquito de sí a diario para no caer en la rutina.
- Organiza actividades solo para ustedes dos. Un picnic, una ida al cine, una noche romántica, esa cena que tanto anhelaban y ríanse de todo, verán cómo llenan esos momentos de alegría al compartir con su ser amado.
- Tengan intimidad. Si no tienes ninguna contraindicación médica, entonces hazlo. No hay nada mejor que la compenetración y conexión que se tiene al momento de tener relaciones con tu pareja, esa sensación de unidad que se crea es invaluable para ustedes y no le hará daño a tu bebé. ¡Disfruta cada momento!
- Durante la semana realicen actividades en conjunto. Hagan una rutina de ejercicios, lean, cocinen, hagan sesión de fotos, pero háganlo juntos. Cada momento cuenta.
- Duerman juntos. Ese fin de semana que no tienen compromisos, aprovéchenlo y quédense juntitos en la cama. Que mejor sensación que el abrazo y el calor de tu ser amado a tu lado.
Todo lo que se les ocurra hacer juntos es bienvenido cuando se trata de crear momentos durante la etapa de embarazo y también después de que nazca el bebé, que es cuando más lo van a necesitar. No te olvides de ser detallista, cariñoso y comprensivo, son esas pequeñas cosas las que hacen la diferencia entre una relación duradera y una en deterioro. ¡Que prevalezcan esos preciosos momentos de tu vida en pareja!
Editores PP