Y en un abrir y cerrar de ojos, pasaron esos 9 meses de embarazo y finalmente tu bebé ya está contigo. Todas las atenciones y apoyo que te brindaron en el hospital se terminan y tienes que volver a casa. Pero ¿cómo serán esos primeros días en casa con tu bebé? Aquí es donde te inundan un sinfín de emociones, de dudas e incertidumbres, pero tranquila, que este período es solo de adaptación y de encontrar el equilibrio entre tu vida cotidiana y la llegada de tu recién nacido a casa.
La preparación inicial abarca conocer todos los aspectos relacionados a la alimentación, baño, cuidados especiales, cambios de pañal que el bebé va a necesitar y luego cuando nazca, empezar a descubrir cuáles son los tipos de llanto que tiene, cuando tiene hambre o sueño y sus formas de comunicarse contigo. Una vez descubras estas pequeñas cosas, el día a día se verá más fácil de sobrellevar cuando ya encuentres la manera de equilibrar estos aspectos.
Cuando ya el bebé está en casa, los primeros días serán un caos para ti mientras te adaptas, principalmente por el poco tiempo que tendrás para dormir o descansar, ya que, para el bebé todavía no hay horarios y no sabe si es de día o de noche, por lo tanto, el promedio regular para levantarse será de una hora y media a cada dos horas para alimentarse, cambiarle el pañal y luego seguir durmiendo. Esta rutina será así hasta que logre adaptarse a un horario regular para dormir que debes establecerle una vez cumplido un mes y medio de nacido, que es el tiempo estimado que el bebé está listo para dormir por más horas seguidas.
Estarás muy cansada y sin fuerzas y es por esta razón que debes prepararte lo mejor posible para afrontar este período de cambios. Te damos algunas ideas que puedes aplicar:
- Conversa con tu pareja con anticipación para que logren trabajar en equipo. Eso significa crearse turnos durante la noche para asistir al bebé en lo que necesite. Muchas veces la mamá no quiere desperdiciar ningún momento y se levantará todas las veces que pueda, pero ya verás cuánto vas a necesitar cerrar los ojos aunque sea un instante. Acepta la colaboración de tu pareja.
- Trata de dormir en los lapsos que el bebé está durmiendo, algunas veces te costará conciliar el sueño más que otras, pero necesitas hacerlo, porque las energías de tu cuerpo no son ilimitadas y tienes que recobrar fuerzas para la jornada.
- Es inevitable recibir visitas porque todos quieren compartir con el bebé, pero necesitas algunas veces limitarlas para que puedas balancearte con tu nueva vida de mamá. Al no tener mucho tiempo para descansar, debes asegurarte de poder hacerlo en cada momento que puedas. Cada minuto cuenta.
- Si tienes la posibilidad de conseguir ayuda para que te asista en el cuidado de día y de noche, sería bueno considerarlo, ya que así podrás distribuir mejor las horas de cuidados, para que puedas tomar un descanso, ya que la mayor carga la tendrá la mamá.
- Ten a la mano todos los implementos que vas a necesitar durante la noche, tu extractor en caso de que lo necesites, toallitas, pañales, agua esterilizada. Todo lo que se te ocurra tener cerca para no tener que movilizarte por toda la casa buscando las cosas que vas a necesitar, eso te ahorrará tiempo que puedes utilizar para dormir al bebé y volver a la cama lo más rápido posible.
- El ambiente donde va a dormir el bebé deber ser el adecuado para evitar que se incomode o tenga molestias que puedan hacer que se despierte con mayor frecuencia. Hazlo lo más agradable posible.
El no trasnocharse en esta etapa es casi imposible, pero si encuentras el equilibrio correcto podrás sobrellevarlo bien y con vida. No dudes en pedir ayuda si la necesitas, ya que esta etapa es muy abrumadora y tu bebé necesita a su mamá entera y con fuerzas, es solo cuestión de adaptación.
Editores PP