La verdad es que nadie nos prepara para todas esas actitudes invasivas que se enfrentan en relación a los planes de buscar hijos que es algo personal de cada mujer o pareja, y mucho más aún cuando pasamos los 30.

Lo que antes era un tema ocasional de conversación cuando recién uno está casado o cuando ya se tiene una pareja fija, se convierte en una crisis de especulación cuando pasa el tiempo y no se da la gran noticia.  La sociedad esta diseñada con un patrón y costumbres que nos persigue, primero el novio, después el matrimonio y por allí mismo deben venir los hijos, pero que pasa cuando no necesariamente queremos que ese sea el orden o si bien decidimos esperar un tiempo, ese tipo de decisiones que realmente se dan dentro de casa o que son de carácter personal.

Los parientes más cercanos seguro son los que más preguntan, y cuándo es que arranca la fábrica o si ya tenemos un hijo la pregunta cambia a, cuándo viene el hermanito, y que decir de los amigos o conocidos, las clásicas preguntas “Y los niños para cuándo”.  Las personas a nuestro alrededor están lejanas del hecho que, si bien en muchas ocasiones la decisión de no buscar embarazo es porque aún no se quiere planificar y listo, pero en otros casos la situación puede ser diferente al no poder concebir y en estos casos estas preguntas lo que hacen es crear más estrés, ansiedad y tristeza.

Ahora que hacer cuando nos enfrentamos a este tipo de preguntas:

  • No te pongas a la defensiva:  las razones por las que no has decidido tener hijos o por las que aún no has logrado concebir son sólo tuyas y de tu pareja.  Trata siempre de dar una respuesta positiva al respeto (así como, cuando la cigüeña me lo traiga), seguro sales airadas y no le metas mente.
  • Recuerda que las tendencias están cambiando y lo que antes era la regla, no lo es hoy necesariamente.
  • Puedes responder con una pregunta cómica para romper el momento, “cuando tenga primero el yate, el carro, la casa de playa……”
  • Recuerda que no debes dar explicaciones a nadie.
  • Honra tu camino, todos pasamos por alguna aventura de luchas y sacrificios. 

 

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