A medida que nuestros niños van creciendo es importante que podamos generar conversaciones que abran paso a ese lazo de confianza con los padres, así sea desde muy pequeños y todo dentro del contexto de la edad de cada niño. Ese vínculo de confianza es el que va a permitir que el niño busque la información dentro de casa y es por eso que cuando te haga preguntas puedas responderle, enseñarle y educarle desde el amor.
Ahora reconocemos que entre más grandes, más duras o difíciles son las conversaciones y los temas que nos traen los niños a casa, y que sin duda nos cuesta más responder a todo especialmente cuando se trata de temas como:
- Los miedos
- La sexualidad
- La muerte o el suicidio
- Un divorcio
- Acerca de malos hábitos como el cigarrillo, alcohol y drogas
- Rebeldía y amistades inconvenientes
- Cómo manejar la ansiedad o el estrés
Pero debes tener presente que la mejor información que tu hijo puede tener es la que viene de nosotros como padres y no de la calle, no es una tarea sencilla y va a depender mucho de la edad de tu hijo y del entorno del que se rodea, muchos niños pequeños se rodean de niños más grandes ya sea porque su hermano/a es mayor o tiene primos mayores, o bien porque en el busito del colegial hay un grupo de adolescentes y es imposible no escuchar lo que hablan en el recorrido del bus. Lo importante es tener presentes que ese momento de hablar temas difíciles con nuestros hijos va a llegar y aunque no nos sintamos preparados debemos hacerles frentes, e inclusive hasta generar nosotros mismos este tipo de conversaciones, puede resultar hasta más cómodo para algunos padres.
Acá te dejamos algunos consejos que puedes aplicar:
- Importante que puedas entender tú primero porqué te cuesta hablar de algún tema o asunto en específico, muchas veces la educación que hemos recibido, los tabúes alrededor de un tema nos genera miedo o vergüenza conversarlos, pero al reconocerlo aprendes a manejarlo y será mucho más sencillo poder sentarte y hablarlo con tu hijo.
- Al tocar un tema o situación indaga un poquito más, pregunta que saben ellos del tema, así podrás tener más herramientas para la conversación y canalizarla mejor.
- Hablar con la verdad es clave, sin rodeos, pero eso sí todo de acuerdo a la edad y etapa de comprensión de cada niño, no hay necesidad de adelantar nada, sin embargo, es importante la honestidad.
- Contesta todas sus preguntas, al hacer esto los niños se sienten escuchados y respetados, además que abre la puerta para que vuelvan a ti con otras preguntas y con otros temas.
- Mantén tu mente abierta, no cierres la puerta pensando que contigo tus padres no lo hicieron así o que con la educación y valores que le das es suficiente, conecta con tu hijo y si en algún momento te sientes abrumada levanta la mano y pide ayuda, nada que se haga desde el amor saldrá mal.