La crianza y educación de un niño, su personalidad, valores entre otras cosas, es un reto importante para todo padre, ahora la realidad de hacerlo solo trae consigo dificultades dado que conlleva ser madre y padre a la vez.

La ausencia de un padre trae consigo la carencia de esa figura en la vida de un niño.  Es importante que pueda haber aceptación de la situación para que el niño pueda expresar sus dudas de forma natural y espontánea.  Los niños al ir creciendo al no recibir respuestas o un comunicación abierta y clara tienden a sacar conclusiones, es importante que reciban respuestas a todas sus dudas, inquietudes e interrogantes que seguro surgirán a lo largo de las distintas etapas evolutivas. 

Suplir la carencia de la figura ausente con el apoyo y amor de la familia permite reforzar los límites y el cariño que todo niño y adolescente necesita a lo largo de su crecimiento.  Sin embargo, es importante saber que el exceso de autoridad puede asfixiar también su autonomía y ser semilla de futuras inseguridades.

 

Cuando hablamos de ser madre y padre a la vez, no necesariamente decimos que la madre va reemplazar la figura paterna, pues cada figura ejerce una misión específica en la vida del niño, sin embargo, al no tener esa figura presente el papel suave y duro lo tendrá que ejercer la madre por sí sola, por eso le llamamos madre y padre a la vez.  Algunos consejos que te podemos dejar si enfrentas esta situación son:

 

  1. Establecer límites y normas de convivencia que permitan el respeto, los horarios, hábitos y rutinas ayudan y contribuyen a organizar mejor las actividades y prioridades.  Al ser madres en solitario no significa ser permisivos, deja claro dónde están los límites.
  2. Fomentar la autonomía y la responsabilidad de acuerdo a la edad y etapa de tu niño/a, permitirles ser parte activa de la vida familiar.
  3. Jugar y compartir tiempo de ocio, esto siempre ayuda a fomentar los lazos personales.
  4. Muéstrale interés por sus asuntos del día a día, esto es clave, conocer su entorno y la comunicación.
  5. Reconoce sus logros y buenos comportamientos, que sepa que estás pendiente de sus avances y detalles.  
  6. Aprende a reconocer sus emociones, así sean negativas y positivas, recuerda que su guía eres tú.
  7. Educa con amor, consistencia, ejemplo y coherencia, eres su modelo a seguir.
  8. Fomenta la comunicación, estar de acuerdo en tener desacuerdos, pero siempre transmitir confianza.
  9. Aprende a manejar los problemas, si sientes que necesitas de una ayuda adicional no dudes en buscarla lo importante es que no pierdas el control y logres resolver esas dificultades de una manera positiva para ti y para tu niño.