Una de las decisiones más importantes de una pareja es la intención de tener o no tener descendencia en común. Si estás segura(o) de la relación con tu pareja, no aplaces el tema y abórdalo de inmediato.  Dedica tiempo para hacerlo, busca el momento, pero no esperes que se resuelva por sí solo.     Puede que para una de las partes no sea justo, pero al final si te hablan con claridad no debería haber reproches.   Si la decisión de tu pareja es no tener hijos y te lo deja claro desde el principio es respetable.

El detalle está que muchas veces aceptamos algo pensando que más adelante eso cambia o lo voy a la voy a convencer lo cual es el peor error porque si las cosas no se dan, sufrirás y le reprocharas hasta llegar a deteriorar su relación de pareja.

Hay una gran cantidad de motivos que llevarían a una persona a tomar esta decisión, pueden ser económicos, laborales en los que la carrera profesional tomaría prioridad, de salud del individuo o en los que el temor a transmitir una condición genética afecta, casos de índole psicológicos por malas experiencias con su pareja anterior, muchas veces por tener hijos muy grandes y no querer volver a empezar o simplemente porque con uno o dos hijos para la persona es suficiente responsabilidad, también puede que los niños no encajen ahora con el estilo de vida que tu pareja desea, o finalmente que no tenga mucho instinto paternal o maternal.

De todos modos, el motivo para convertirse en padre o madre es una decisión personal. Si la razón para tener hijos es complacer al otro o el miedo a la ruptura de la relación, todos, sufrirán por esta elección. Esta decisión debe ser auténtica, sin sentirse influenciado por los demás. 

Con esta situación considera si la falta de deseo de tu pareja te hace abandonar tu determinación de tener hijos, ¿podrías aceptar esta decisión sin sentirte mal? porque lo más importante es que sí tú quieres tener hijos y tu pareja no entonces tendrías que tomar tú decisión de abandonar la relación porque tus expectativas son diferentes y por dolorosa que parezca al principio será la mejor al final.

Es importante que pienses a largo plazo cómo te gustaría que fuera tu futuro, trata de tener una visión del resto de tu vida. Si no estás segura de si deseas ser madre, puede serte útil imaginarte una vida con niños en lugar de una vida sin ellos.  Aunque en el momento no tienes esta necesidad, recuerda que esto es lo que estás viviendo en la actualidad, pero a futuro verás las cosas de otra manera y la persona que elijas para estar contigo y emprender un camino juntos debe estar alineado a tus mismos anhelos, te tocará que muchas de las personas que forman parte de tú vida sí tengan hijos y tendrás que lidiar con eso.

Es frecuente cometer el error de pensar que nuestra pareja cambiará de opinión cuando se dé cuenta de lo que significa tener hijos para nosotros, o que por un milagro un día se despertará compartiendo nuestra ilusión, pero hay que ser claros que en la mayoría de los casos las personas que no tienen este deseo no cambiaran en el tiempo porque son decisiones de vida, así que evita vivir una relación fundada en ilusiones, y no en hechos, es una fórmula segura de infelicidad. 

Hay una gran cantidad de personas en todo el mundo que no tienen hijos o muchas parejas no quieren tener hijos, y tienen una vida espectacular. Para algunos fue una decisión meditada, mientras que otros experimentaron problemas de fertilidad, quieren adoptar en vez de pasar por procesos de maternidad o simplemente no estaban con la persona adecuada. 

El consejo final es ser transparente y honestos con nuestros sentimientos así sea para bien o para mal una decisión consensuada en pareja.