Son muchos los temores que nos invaden cuando intentamos buscar un embarazo y mucho más cuando llevamos tiempo intentándolo, pero no obtenemos los resultados esperados. Cada caso es diferente, pero sin duda alguna, esos miedos son muy comunes entre los casos y a la vez es normal que los sientas.
Cuando se trata de buscar un embarazo por mucho tiempo, al final, muchas parejas se obsesionan tanto que entran en una etapa de dolor o frustración de la cual es muy difícil salir, cuanto más la demora, más es el estrés y la ansiedad que se genera resultando en mayor dificultad para concebir. A muchas parejas les pasa que después de mucho tiempo de búsqueda frustrada, llegan al punto de aceptar la idea de no ser padres y es justo en ese momento, al relajarse, cuando llega el bebé esperado.
Reconocemos que es fácil decirlo, dejar el estrés, relajarse, pero ¿cómo llevar esto a la práctica? Y es cierto no es nada sencillo, gestionar nuestras emociones requiere de un autocontrol, ser pacientes y no descuidar otros aspectos de nuestra vida.
Tanto si estás siguiendo un tratamiento de fertilidad como si estás comenzando a buscar un bebé, te dejamos algunos consejos para afrontar las emociones que te pueden ser de mucha utilidad:
- Acepta el proceso por el cual estás pasando, es decir, el reconocimiento de tu proceso es muy importante, pues a partir de allí sabrás manejar mejor tus emociones.
- Actitud positiva, ver hacia adelante con positivismo y las mejores vibras, concéntrate en todos los aspectos buenos y positivos de tu entorno.
- Date tiempo, no te sientas que tienes una presión de tiempo para lograr el embarazo, ocurrirá cuando menos lo esperes.
- Apóyate en tu pareja, aunque sus emociones sean distintas es importante permanecer unidos.
- Consulta con especialistas y/o profesionales de la salud, despeja tus dudas.
- Trata de realizar las actividades que te brinden felicidad y relajación, aquellas cosas que te ayuden a tener la mente ocupada en otras cosas.
- Si sientes que no puedes sola o con tu pareja pide ayuda, así sea de un psicólogo o profesional, no te quedes con esas emociones por dentro.