Son muchos los temores que nos invaden cuando intentamos buscar un embarazo y mucho más cuando llevamos tiempo intentándolo, pero no obtenemos los resultados esperados.  Cada caso es diferente, pero sin duda alguna, esos miedos son muy comunes entre los casos y a la vez es normal que los sientas.

Cuando se trata de buscar un embarazo por mucho tiempo, al final, muchas parejas se obsesionan tanto que entran en una etapa de dolor o frustración de la cual es muy difícil salir, cuanto más la demora, más es el estrés y la ansiedad que se genera resultando en mayor dificultad para concebir.  A muchas parejas les pasa que después de mucho tiempo de búsqueda frustrada, llegan al punto de aceptar la idea de no ser padres y es justo en ese momento, al relajarse, cuando llega el bebé esperado.

Reconocemos que es fácil decirlo, dejar el estrés, relajarse, pero ¿cómo llevar esto a la práctica?  Y es cierto no es nada sencillo, gestionar nuestras emociones requiere de un autocontrol, ser pacientes y no descuidar otros aspectos de nuestra vida.  

Tanto si estás siguiendo un tratamiento de fertilidad como si estás comenzando a buscar un bebé, te dejamos algunos consejos para afrontar las emociones que te pueden ser de mucha utilidad:

  1.  Acepta el proceso por el cual estás pasando, es decir, el reconocimiento de tu proceso es muy importante, pues a partir de allí sabrás manejar mejor tus emociones.
  2. Actitud positiva, ver hacia adelante con positivismo y las mejores vibras, concéntrate en todos los aspectos buenos y positivos de tu entorno.
  3. Date tiempo, no te sientas que tienes una presión de tiempo para lograr el embarazo, ocurrirá cuando menos lo esperes.
  4. Apóyate en tu pareja, aunque sus emociones sean distintas es importante permanecer unidos.
  5. Consulta con especialistas y/o profesionales de la salud, despeja tus dudas.
  6. Trata de realizar las actividades que te brinden felicidad y relajación, aquellas cosas que te ayuden a tener la mente ocupada en otras cosas.
  7. Si sientes que no puedes sola o con tu pareja pide ayuda, así sea de un psicólogo o profesional, no te quedes con esas emociones por dentro.