Las emociones juegan un papel crucial en el tema de fertilidad, tanto en hombres como mujeres. Los temores, la duda o la ansiedad, así como el estrés económico y la presión laboral, tienen un rol crucial en nuestra salud.  No hay duda que la mente afecta el cuerpo.

Las emociones humanas son complejas, pero estar al tanto de nuestros miedos y dudas puede ayudarnos a identificar áreas donde necesitamos mejorar.  Incluso es posible llevar el proceso de la mano de un psicólogo.

La expectativa de ser padres que no se concreta incrementa la ansiedad, que influye en el hecho de que el embarazo no se produzca y esto sin duda afecta la salud mental.  Cuando una pareja decide tener un hijo y el test de embarazo no acaba de dar positivo, comienza a crecer la ansiedad y el estrés porque el bebé no llega.  Esta situación suele convertirse en una espiral que se retroalimenta y esa ansiedad nos empieza a trabajar mentalmente, a crear pensamientos y sentimientos de temor, angustia, dudas, entre otros.  La expectativa de ser padres que no se concreta incrementa la ansiedad, que influye en el hecho de que el embarazo no se produzca.

El bienestar mental de una mujer afectada por ansiedad y estrés debido a que no se produce la gestación “le afecta como un trastorno ansioso-depresivo, que tiene como consecuencia la perdida en el ritmo regular de las ovulaciones, que se producen a destiempo.  No consiguen el embarazo con facilidad, lo que conlleva tristeza y frustración durante los primeros seis meses.  Algunas mujeres se deprimen por no poder quedar embarazadas como el resto de amigas.

Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión es el problema de salud mental más común que experimentan las mujeres.  Hay muchas mujeres que encuentran que intentar tener un bebé es una experiencia emocionante y especial.  Pero para otras, el camino hacia un bebé puede provocar sentimientos difíciles.  La depresión puede desarrollarse debido a la montaña rusa emocional que provoca el tratar de concebir, incluso en mujeres que nunca la han sentido antes.  Y para las mujeres con antecedentes de depresión, embarcarse en este viaje puede hacer que comiencen a preocuparse por la probabilidad de una recurrencia de depresión más adelante, ya sea durante el embarazo o cuando su bebé nazca.

Tu salud mental no tiene precio y es importante cuidarla.  Algunas recomendaciones que te podemos dar si estás pasando por una situación similar son:

  1. Acepta la situación, es el paso más importante para poder hacerle frente.
  2. Actitud positiva, concéntrate en la búsqueda de opciones y soluciones.
  3. Vive tu presente y date tiempo, no te presiones con establecer un tiempo determinado, verás como todo fluye mejor si quitas la variante del tiempo.
  4. Apóyate en tu pareja, aunque ambos enfrenten la situación de forma diferentes es importante que puedan contar el uno con el otro.
  5. Consulta con expertos o especialistas para resolver tus dudas, no te compares con nadie.
  6. Mantén tu mente ocupada en cosas que te llenen y disfrutes.
  7. No tengas miedo de pedir ayuda psicológica de ser necesario, no hay mal en esto.
  8. Para muchas personas hablar es terapéutico, puedes compartir tu experiencia con otras personas que sabes pueden haber pasado por lo mismo o conversar con tu familia o amigos cercanos.

 

Por:  Editores Primeros Pasos